Salamanca, 12 Junio de 2011
En el último mes, nuestro municipio de Salamanca ha sufrido un intenso debate, que ha puesto los nervios de sus ciudadanos a flor de piel y ha generado disputas y discordia. La discusión vino dada por uno de los temas que actualmente ha generado más polémicas y conflictos, la energía nuclear.
La nueva empresa, Nucleoavance, mostró su interés en la creación de una central nuclear en nuestro distinguido municipio para así poder hacerse un hueco en el panorama nacional y convertirse en una de las empresas de mayor índole dentro de las energéticas. Esta petición causó gran controversia sobre un amplio sector de la población salmantina.
D. Juan Fco Torres, máximo representante de la joven empresa, alegó que para abaratar los costes de la electricidad y enriquecer el patrimonio económico de nuestra ciudad, era necesario un cambio, una nueva fuente de energía, la fisión nuclear. El señor Torres basó su opinión en datos estadísticos que llamaron la atención de nuestro alcalde Mañueco. Entre ellos, que el coste por kW generado sería de 22,3 euros, ampliamente menor respecto a otras energías alternativas como la eólica (70 euros) o la fotovoltaica (430 euros).
Los habitantes de nuestra ciudad no negaban la mejora de nuestra economía con la construcción de la central. Sin embargo, objetaban que atenta contra su ideal de sostenibilidad. Los ciudadanos presentaban auténtico pavor a una posible fuga del uranio, un exceso de residuos e incluso a una remota posibilidad de ataque terrorista. Advertían también, la existencia de demasiados casos recientes de hecatombes debidas al uso incorrecto del uranio. Casos como Chernobil y Fukushima lo atestiguan.
Ante el disentimiento entre la empresa nuclear y los ciudadanos salmantinos, nuestro alcalde Mañueco recurrió a la intervención de una experta en estos ámbitos, la señorita Belén Vicente. Se realizó un profundo análisis de los beneficios aportados por la central y los riesgos que esta conlleva. A pesar del bajo coste y la inmensa cantidad de energía que alcanzaría a producir, la central presentaría un perjuicio con la acumulación de residuos radiactivos y contaminación térmica del agua. Tras valorar los datos obtenidos y contrastarlos con una posible alternativa a la construcción de la central, nuestro alcalde ha optado por una propuesta innovadora que finalmente contenta a todos, tanto a los residentes de nuestra ciudad como a los empresarios. Se tomarán , así, medidas para reducir el consumo energético actual, no necesitando por tanto, urgentes fuentes de energía. Además se considerará la posibilidad de la futura implantación de una central nuclear de fusión cuando el desarrollo de las técnicas lo permita, que será aproximadamente en un plazo de cinco años. De este modo, los ciudadanos no vivirán con el miedo de una central nuclear a su alrededor. Para finalizar la decisión, la empresa y el alcalde llegaron a un acuerdo. Invertirán, tanto el gobierno de Salamanca como la empresa Nucleoavance, en el desarrollo de la fusión nuclear y una vez que el proyecto esté lo suficientemente avanzado, Nucleoavance será la primera en poder construir una nueva central nuclear de fusión.